Seguidores

jueves, 13 de abril de 2017

Perdido en el Parnaso

Perdido hállome en Lauredal Florido 
atufado por tan hediondas hojas 
 sin proyecto de aderezar  cocido, 
con el ingenio infecto en paradojas. 
 Ya puestos... un cerezal  blanquecino, 
o... recubierto con sus frutas rojas, 
animaría  a un  Monte tan Divino, 
en  poética inspiración sesuda; 
 y es que, con mil laureles no  imagino, 
escribiendo entusiasmado a Neruda.  
 Un Olmo viejo por el rayo hendido,  
aunque solitario, seria  de ayuda, 
o un algarrobo longevo y torcido 
que en su sombra Atahualpa recitara 
con guitarra de llanto entristecido 
que a Apolo con su Lira espabilara. 

 ¿De qué  sirve llegar a  fresca Fuente
implorando al  Oráculo perverso?,
si no  limpia mi bloqueada mente,
si no me deja construir buen verso.
Tanto oí disertar sobre el Parnaso 
que metime en su arbolado universo;
y veome como vulgar payaso
intentando conformar una rima,
abocada finalmente al fracaso.
No habiendo crítico que me reprima, 
 ¡ Te invoco  Erató con tu lira !, fiado.
Y aparece... Melpóneme tu prima
con violento cuchillo ensangrentado
 ¡ Es el puto laurel que me amodorra !
¿Quién dispuso sembrar tal  arbolado,
que impide que una Musa me socorra?.

©Giliblogheces

Parnaso de Andrea Appiani (1754-1817, Italy)

No hay comentarios: